Los habitantes de Bojayá, en asamblea permanente ante ausencia oficial

Texto: Dianne Rodríguez. Fotos: Salomón Echavarría. Más de quinientas personas afros e indígenas del municipio se encuentran hoy en el polideportivo de Bellavista-Bojayá conmemorando la masacre, o crimen de guerra, que padecieron el 2 de mayo de 2002. Han dicho a las autoridades y funcionarios presentes que no se irán hasta que no haya representación con decisión nacional: “la incertidumbre e incumplimientos no admiten soluciones a medias”. En este momento quieren establecer compromisos reales con quienes identifican como interlocutores válidos y con poder decisorio. Consideran que no hay condiciones para realizar la Mesa de Concertación, a donde se lleva el trabajo previo y las propuestas de las comunidades, hasta que no haya representación del Gobierno Nacional.

En la nueva Bellavista hoy no se escuchan de fondo los vallenatos de río, ni el jolgorio propio del espíritu del pueblo; la alcaldía ha decretado 3 días de duelo por la conmemoración de los diez años de la masacre de Bojayá.

El 30 de abril, primer día de duelo, fueron llegando los botes a la cabecera de Bojayá con los delegados de las zonas del municipio, representantes de los cabildos indígenas, de la administración municipal y de varios municipios del Chocó. Se reunieron en la capilla y trabajaron las dos jornadas para unificar las propuestas que llevará el documento que será presentado en la Mesa de Concertación con el gobierno local, regional y nacional. La que han programado para el segundo día de la conmemoración, 1 de mayo.

“Dure lo que dure, cueste lo que cueste, si luchamos como hermanos esta lucha la ganamos” — era uno de los coros que se repetía durante la reunión.

Diez años después, son muchos los aspectos inconclusos de los compromisos adquiridos por el Estado durante el gobierno de Alvaro Uribe, como la interconexión de energía que debió estar lista en el 2008. Basta escuchar el balance de sus pobladores e incluso leer el lema visible en las camisetas del evento—“Bojayá, en camino de la dignidad”—, para entender que el “caso emblemático de reparación” aún tiene cosas que decir.Todavía esperan poder dialogar en la mesa de concertación, donde también esperaban la presencia del Presidente Santos y de algunos ministros invitados. Sin embargo, a las 11 de la mañana de este primero de mayo sólo se encontraban presentes 2 funcionarias de la Unidad de Atención a Victimas y un delegado departamental de la división de victimas del Ministerio del Interior. Se dice que en horas de la tarde arribará la Directora de la unidad de Victimas María Paula Gaviria y el Gobernador del Chocó Luis Gilberto Murillo Urrutia.

Aspectos inaplazables encabezan el documento construido ayer por la comunidad, y que ameritan interlocución, uno de ellos es el mejoramiento de viviendas, programa que dejó por fuera a muchas familias. El déficit de viviendas supera las 2000 familias entre afros indígenas, según afirma el Alcalde Municipal Edilfredo Machado Valencia. Además de lo anterior, en Quibdó permanecen 280 familias que no retornaron y que carecen de vivienda digna, según Delis Palacios, representante Legal de Adom (Asociación de Desplazados Dos de Mayo), quien manifiesta que el gobierno debe reorientar su política de vivienda para que estas familias puedan ser incluidas en los programas y pueda beneficiar a las personas que no pudieron retornar por motivos ajenos a su voluntad.

Muchos son los puntos sin resolver, algunos sobrepasan el territorio municipal, como el dragado de las bocas de rio Atrato, ya que las recurrentes inundaciones dañan los cultivos de pan coger. “Tenemos la paradoja de que cuando el río se inunda daña nuestros cultivos, pero cuando está muy seco no podemos sacar por el rio la producción” dice un poblador.Este último punto, las garantías de sostenibilidad productiva de las víctimas, ha sido uno de los más débiles en este proceso incipiente de reparación.

El ambiente está tenso, y al parecer, si no hay un pronunciamiento de Ministerios y del Presidente Santos las comunidades de Bellavista anticipan que no se devolverán a sus comunidades.

Ante la indiferencia oficial, instan al Gobierno a responder a Bojayá

El Estado colombiano mostró su absoluta indiferencia ante la situación de las víctimas civiles del conflicto armado en el Chocó al no asistir al  Foro “Bojayá, una década” celebrado en Bogotá ayer 27 de abril, en el Museo Nacional. Tan sólo la Unidad de Víctimas se sentó en la mesa con víctimas y organizaciones. Ni la Defensoría del Pueblo, ni diversos ministerios invitados a la cita quisieron participar en un encuentro diseñado para analizar la situación del municipio chocoano 10 años después del crimen de guerra cometido el 2 de mayo de 2002.

Por ello, las organizaciones que convocaron el Foro (Diócesis de Quibdó, Comité Dos de Mayo, la Asociación Dos de Mayo, la Fundación Universitaria Claretiana y Human Rights Everywhere) instan a los altos funcionarios de Gobierno a viajar a Bellavista (cabecera del municipio de Bojayá) estos 1 y 2 de mayo para participar con propuestas concretas en la Mesa de Concertación convocada por las comunidades.

Tal y como se señaló en el Foro Bojayá, una década, Bojayá sigue esperando 10 años después de la masacre una restitución integral de sus derechos y un proceso de justicia que haga efectivas las sentencias y determine no sólo los responsables materiales del crimen de guerra sino las perversas conexiones entre política, economía y violencia armada que propiciaron el crimen de guerra y que siguen azotando a las comunidades del río Atrato.

El Comité 2 de Mayo de víctimas de Bojayá recordó ayer que hoy todavía hay casi 2.500 desplazados de la comunidad que no han regresado a casa, llamó la atención sobre los graves las secuelas físicas y psicológicas que han modificado la vida en estas comunidades para siempre, y alertó sobre el nuevo perfil del conflicto y las amenazas que éste supone para la vida de las personas. “Las víctimas no somos el problema, somos parte de la solución, somos parte de la construcción de un país incluyente y respetuoso con los derechos individuales y colectivos”, dijo en el Foro Herlyn Palacios, del Comité 2 de Mayo.

En El Foro Bojayá, una década, la Unidad de Víctimas del Gobierno Nacional habló de un proceso innovador y prioritario para la “restitución colectiva” en Bojayá, pero no especificó el cómo ni el cuándo. 10 años después, tal y como señaló en el Foro la Diócesis de Quibdó, “las comunidades siguen siendo militarizadas, sufriendo los estragos del desplazamiento forzado, confinadas, con serios problemas alimentarios y riesgo permanente de nuevos desplazamientos, sin empleo, sin acceso a educación de calidad, sin estructuras ni acceso a la salud…”.

Por esa razón, además de participar en los actos de conmemoración y hacerse la foto de rigor, las autoridades están obligadas a responder con seriedad y respeto a los reclamos de las víctimas y, en general, al grito de justicia del Atrato.

 

Firman:

Diócesis de Quibdó

Fundación Universitaria Claretiana

Human Rights Everywhere

Mesa de Concertación entre comunidades y Gobierno Nacional el 1 de mayo

La conmemoración de los diez años del Crimen de Guerra cometido en Bojayá tendrá como actividad central una «Mesa de Concertación entre las comunidades y el Gobierno Nacional». La Mesa se celebrará en Bellavista, cabecera municipal de Bojayá,  el 1 de Mayo. Un día antes de que se cumplan 10 años desde el crimen de guerra que estremeció el Medio Atrato.

El 2 de mayo se celebrará un acto de culto, memoria y meditación en la misma localidad donde aconteció esta masacre.

El programa de conmemoración, que busca la justicia y la reparación para las víctimas del crimen de guerra, comienza días antes. El 26 de abril, en Bogotá, se realizará una tertulia con el líder afrocolombiano Nevaldo Perea, autor del libro Soy Atrato, y con el periodista Paco Gómez Nadal, autor de Los muertos no hablan. Ambos libros serán presentados en la Feria Internacional del Libro de Bogotá el día siguiente, el 27 de abril, a las 14 h. Justo antes se habrá celebrado el «Foro Bojayá una Década», a las 9 a.m. en el Auditorio del Museo Nacional. En el Foro van a participar representantes de las víctimas (agrupadas en la Asociación 2 de Mayo y en el Comité 2 de Mayo), del Estado (Defensoría del Pueblo y Departamento para el Progreso Social del Gobierno Nacional), de la Diócesis de Quibdó y del centro de memoria Histórica.